Porfín, el descanso

Otra noche más trabajando, y aún me quedaban unas cuantas horas más...al menos tenía trabajo, aunque no fuese el que realmente desearía, desde que había llegado a L.A. nada me había ido demasiado bien así que aquello tenía que ser más bien positivo.``Bien,Katy, tan solo sonríe y se amable, puedes hacerlo´´me dije a mi misma intentando animarme a seguir siendo optimista y continuar de buen humor. Serví una mesa y tras esto decidí que quería esconderme un rato, así que me dirigí hacia el almacen. Miré a ambos lados tratando de que nadie me viese antes de abrir las puertas y entrar. Suspiré, cerrando la puerta tras de mi y me giré.Me asusté,ahogando un gritito en mis labios y di un paso atrás al ver sorprendida que ya había alguien allí, suspiré llevándome una mano al pecho, intentando calmarme,era Jake, un compañero de trabajo, al no verle fuera pensé que quizás ya se habría ido. Era un chico muy amable y solía sonreir siempre, además era un muchacho muy atractivo.Sonreí con levedaz y hablé:
-Lo siento, no sabía que hubiese ya alguien aquí...que susto me has dado...-dije con una voz suave y timidez.

Le miré con una amplia sonrisa.
-Lo siento.-me disculpé nuevamente con inocencia.- [color:3e37=violet ]No, no buscaba nada, o quizás si, pero es tranquilidad...-dije algo dudosa.-[color=violet ...lo cierto es que me estoy escaqueando, así que si te preguntan, no me has visto ni he estado aqui [/color] .-dije y sonriendo con picardía me llevé un dedo a los labios en gesto de silencio y le guiñé un ojo. Vi como sostenía un cigarrillo que luego me tendió, no fumaba, pero tampoco había probado nunca, así que lo tomé, tansolo quería probar y lo acerqué a mis labios, colocándolo entre ellos y dándo una calada, al instante empecé a toser y se lo tendí de nuevo.-Ay...no debí intentarlo...-dije tosiendo. Aunque no estaba tan mal.

Hizo un gesto de silencion y sonreí.Tosí un buen rato y él me llevó junto a la ventana, con amabilidad, respiré hondo tratando de dejar de toser. Jake, amable como siempre, su carácter me agradaba.
Cuando logré dejar de toser mis ojos estaban llorosos.
-Lo siento, quería probar...nunca esta de más un mal hábito que te relaje,como el tabaco, y yo no tengo ninguno...pero veo que no es lo mío...

Le escuché con atención, secando mis ojos, aún en la ventana, observando el cielo y me reí cuando dijo lo del dinero.
-Sí, tienes razón, pero algo...¿cómo qué?, es lo más fácil que se me ocurre, desde que llegué aquí nada me es demasiado fácil y más bien mi suerte empeora...sinceramente cuando llegué de Nueva York estaba más ilusionada pensé que llegar aquí sería...mejor, ciudad nueva,trabajo nuevo,gente nueva,casa nueva, vida nueva....supongo que me hice ilusiones pronto y me equivoqué, nada es tan fácil.-dije, si sin duda era demasiado díficil todo cuanto quería, además mi suerte era pésima,a veces extrañaba todo cuanto había dejado, ya que aquí no tenía nada.-Pero tengo la esperanza de que las cosas cambien, hay que ser optimista.-sonreí.

Me quedé un momento calalda escuchando todo cuanto decía, aún con la vista fija en el cielo, ¿qué quería?, todo cuanto quería me había llevado allí, donde no tenía nada, un sueño que siempre había querido y que se había quedado tan solo en eso.
-Quisiera ser actriz...-dije segura.-Siempre he querido serlo, ser alguno de los personajes de una historia y vivir muchas situaciones...puedo ser yo y a la vez ser como querría...-dije y luego le miré.-Pero he acabado aquí, así que supongo que era un sueño tonto...¿y tú?

Incliné la cabeza hacia un lado al mirarle.
-¿Camarero?, no, nada de eso...en serio...¿cuál es tu sueño?-le pregunté, alguien como él no podía querer tan solo eso, lo sabía por como se comportaba.

Me acerqué y tomando su rostro entre mis manos hice que me mirase.
-Aún puedes conseguirlo, solo ay que luchar por ellos, yo lo haré...-le dije con seriedad.

Le sonreí y le di un suave beso en la mejilla.
-Por supuesto que lo conseguiremos, en el camino a la fama siempre se necesitan amigos.-le dije con una sonrisa inocente.Sonrojándome tras darme cuenta de lo que hacía.

Le sonreí cuando pellizco mi nariz.
-Quizás no lo sea, pero me hace sonreir.-le expliqué.-Alguien quiere que me quede.-reí.

Sonreí cuando le escuché decir aquello y me sorprendí cuando noté que sus brazos me envolvían, en un cálido abrazo, sintiéndome pequeña, pero muy segura. Me sonrojé inevitablemente y antes de que me diese cuenta mis brazos ya se cernían alrededor de su toroso para abrazarle también, apoyando mi rostro en su hombro.
-M-muchas gracias, si dijese que no me alegro de oirlo también mentiría.-le dije con suavidad.