Rejuveneciendo...gracias al calimocho (Samantha)

Perfecto... para una noche que pensaba irme de fiesta, acababa perdida por Los Ángeles, y rodeada de niños, de 15 años borrachos y sin otra cosa mejor que hacer que pegarse a mis faldas - Mira niño como no apartes tus manos de mi, esto - Señalé mi mano - va a acabar en tu cara - Dije dándole un pequeño empujón al chico, no sin antes aprovechar la borrachera que llevaba el pobre, y quitarle el vaso de ... olí lo que contenía el vaso, calimocho sin duda, vaya lo chicos de hoy en día tenían poco dinero para emborracharse... reí yo sola buscando un lugar alejado de los adolescentes babosos.

Me senté en un bordillo, cuando una chica apareció, no parecía una adolescente, más pero iba ya contentilla o no había visto que aquí había un bordillo.

Detuve mi mirada sobre la cara de la chica.. o dios, no podía ser ¿Maggie? Pensé en mi interior, ¿Era ella? pero.. ¿Que hacia por esta zona?. Me levanté para acercarme a ella y cerciorar que era ella - ... Maguie(?) - Dije dándole un pequeño toque con la mano que tenía libre.

Reí al oir la primera respuesta de mi amiga, normal que fueramos grandes amigas, en ocasiones podíamos llegar a ser igual de bordes con el mundo entero aunque no nos hubiese hecho nada, en realidad eso nos hacía diferentes de las demás chicas, ambas teníamos una personalidad propia y única. - Demasiado *-* - Bromeé, y me avalancé en un abrazo sobre mi amiga. - Creo que me manché yo también - Dije al ver su camiseta, con una mancha de calimocho, luego dirigí mi mirada hacia la mía, que no... vaya no se había manchado, olía a calimocho pero no estaba manchada.

- Me he juntado demasiado, con unos amigos del Bronx - Reí tomando un poco del calimocho - Además, nose ni por donde ando si te digo la verdad... estoy aquí porque me perdí - No solía admitir estas cosas, por mi orgullo y tal.. pero estaba hablando con Maggie, a ella le había contado cosas que posiblemente ni mis padres sabían aunque bueno era compresinble, teniendo en cuenta los padres que tengo.

No pude evitar reir al ver la situación, dos chicas de unos veinte años, con un calimocho y rodeadas de chavales de 15-16 años - Volviendo a nuestra adolescencia... - Comenté mirando a la gente. - Seguro que te conoces mejor esta zona... ¿Por qué no vamos algun lugar con menos niñatos? - Puse los ojos en blanco viendo a los babosos como nos miraban

Miré atentamente como mi amiga apañaba su mancha, para que no se notase demasiado aquel pegotón morado que tenía en el centro de su camiseta. Me hizo recordar, cuando nos ibamos de botellón hace algunos años, como intentabamos tapar las manchas o el olor de nuestro aliento para que nuestros padres no sospecharan. Aunque creo que fue a los 16 años, cuando ya me dejó de importar eso ya que los refinados de mis padres, les daba igual que bebiese o que hiciera cualquier cosa con mi vida, lo único que les importaba era quedar bien ante la clase alta.

- Ya te llevaré de visita por el Bronx cuando me saqué algo de dinero - Ha decir verdad, echaba de menos a mis amigos, la mayoría eran chicos, con poco dinero, eso no significaba que fueran malas personas, que era lo que mis padres estaban empeñados en pensar, y en numerosas ocasiones me prohibieron ir al Bronx, no obstante en otras reiteradas ocasiones, les mandé a la mierda o incluso más lejos.

No por favor.. ya había pasado la etapa de la adolescencia, que tampoco hacia mucho tiempo de ello, pero preferia no repetirla. - Solo con ver a los niñatos estos... ya veo mi cara llena de granos - Comenté mirando a los tíos que nos estaba mirando, más bien niñatos con las hormonas revolucionadas que nos estaban desnudando con la mirada - Como se nos acerque alguno no soy respondable de mis actos - Dije cerrando los ojos para no cabrearme demasiado.

La idea de Maggie me pareció más que buena, eso era el doble de mejor que estar por aquí con olor a calimocho pasado, con el vino barato de la tienda china que estaba en la esquina. - ¿Y encima con descuento? No te puedo decir que no - Bromeé, agarrando a mi amiga del brazo para ponernos en marcha y largarnos de aquí lo antes posible.

Ladeé la cabeza. El Bronx. No iba a mentirme diciendo que nunca había estado en ese barrio. Para que mentirnos, nunca e sido una chica pija. Y menos tranquila. Incluso tuve un novio malote, de esos con moto tuneada, con la gorra por debajo de la capucha, y con pearcings por toda la cara. Menos mal que aquella época ya había pasado y ahora los tios que me gustaban...bueno, eran más, naturales.
Miré a Samantha ladeando la cabeza y con una ceja levantada. Nno le había preguntado sobre el tema del dinero porque...joder, llevabamos mucho tiempo sin vernos y no era plan de llagarle: “Samy, ¿y qué tal?¿cobras mucho?” Me rasqué el lateral de la nariz y sonreí.
- Muy bien, pues me debes una visita al Bronx.- respondió sonriente y se pasó el pelo por detrás de la oreja. Nos agarramos del brazo como antaño (¿Solo a mi me parece que hablo como una abuela?) y comencé a caminar hacía el centro mientras me mordía el labio intentando recordar la calle. Era lo malo de que siempre me llevaran en coche.
La gente por la calle pasaba sin mirar empujando y avasayando, a uno se le cayó la carpeta llena de hojas por los suelos mientras le gente pasaba por encima.
- Inutilidad de persona.- dije poniendo los ojos en blanco y me giré hacía Samantha.- Bueno, bueno, ¿no tienes que contarme algo?¿Novios?¿Ligues?¿Rollos? Ningún detalle es demasiado personal.- bromeé giñandola un ojo.

La sonreí, en cuanto pudiera la llevaría, seguro que le caerían muy bien mis amigos, que estaban ya hartos de oir hablar de Maggie y aún no conocerla, ya empezaban incluso a pensar que era parte de mi gran imaginación. Les tenía que demostrar que ella existía {xD}.

Después de salir de ese matorral de chicos borrachos, fuimos a parar a otro matorral de gente, esta iba menos borracha pero había cada personaje que daba bastante pena, y no porque fuera borracho sino por ir solo y borracho; personalmente no me gustaba ir sola y borracha aunque creo que para las mujeres es otra historia lo de ir sola por la calle, no creo que a ese hombre le fuera a violar alguien, no obstante le podían atracar; siempre me gustaba pensar en lo peor, más que gustarme lo hacia sin darme cuenta. - Opino igual que tú - Dije poniendo también los ojos en blanco.

- Ey .. ey.. para el carro, pregunta a pregunta - Dije soltando una sonora risita entre dientes - Novios, ahora ninguno, he decidido independizarme de ese mundo por ahora, voy más de rolletes y ligues, son más divertidos, el último novio que tuve, era de la Manhattan.. - Volví a poner los ojos en blanco recordando esa mierda de epoca, en la que me dio por salir con un pijo sin venir a cuento de nada - Creo que desde que salí con aquel pijoles no he vuelto a tener nada serio... debí de enloquecer con tanta laca junta en un mismo tío - negué con la cabeza, aún nose ni que me debí de pinchar para acabar con él.

- puuff.. no hace falta ni decirlo, ¿No que los tíos nos utilizan de usar y tirar? Pues también tenemos derecho a hacerlo - Comenté con cierta maldad, era muy típico pensar que los chicos eran los únicos así, pero nosotras también merecíamos diversión y varios chicos al mes, lo peor es que si eso lo hacíamos nosotras eramos unas putas pero si lo hacían ellos... los reyes de la noche, machistas de mierdas, todos y cada uno de ellos. No anduvimos mucho más cuando mi amiga señaló el Pub, y con una enorme sonrisa entré junto con ella. - Guuau! esto si que es un local, y no donde estabamos antes - Dije recordando a los babosos con acne.

El local estaba bastante lleno, pero de gente de nuestra edad por suerte, nos acercamos a la barra para pedir una bebida de verdad; y dios... menudos camareros, no podíamos quejarnos del personal que nos iba a atender. Me mordí el labio delicadamente, esto no se veía todos los días por Manhattan. Uno de los camareros se acercó a nosotras preguntadonos "¿Que van a pedir las preciosidades que acaban de llegar" Miré a mi amiga - umm ¿Con qué te apetece empezar?

- Nunca podriamos llegar a ser zorras, somos mejores que cualquiera - Reí mirándo a mi amiga; no eramos las típicas chicas egocentricas, pijas y super crueles con los demás, teníamos nuestro propio estilo y personalidad. Personalmente, la gente no llegaba a comprenderme nunca, si alguna vez me mandaran a un loquero, seguro que volvía locos a mis médicos.

- Un buen comienzo; Pues queremos dos Beefeater con coca.cola - El camarero asintió con una sonrisa algo picara pero simpática, y se giró para traernos las copas. - He de admitirte que este lugar pinta bastante bien - Dije girando la butaca para verlo mejor. Había bastante gente, pero sin llegar al punto de no poder movernos, el ambiente era completamente de fiesta; la mirada se me iba por cada buen hombre que pasaba, vaya... por lo que el material de Los Ángeles parecía no estar tampoco muy mal.

Cogí mi copa, y bebí un poco de ella, mucho mejor que el calimocho que le había robado a niño de antes. Reí al oir a mi amiga.- Puf.. mi sueldo también lo agradece; Estoy trabajando ahora en una pequeña tienda de ropa, pero vamos... el sueldo no es para tirar cohetes, espero a ver algún casting o algo para alguna marca de ropa - La tienda, no un gran sueldo, así que si cuanto antes encontraba algo por el lado del modelaje lo agradecería bastante, al menos me daba el dinero para lo básico, la casa, luz, agua, comida... etc eso ya era algo, pero para mis caprichos no había nada. - Y dime, como vas con el curro y eso... - La pregunté dejando mi copa sobre la barra

- No, pero sin prisas acabo de llegar y ya quiero comerme el mundo... -Reí tomando de mi copa, habíamos empezado con algo suave para lo que solíamos poder llegar a tomar, y solo era el principio de la noche, a lo mejor cerraban el bar y aún queríamos seguir aquí nosotras con la cogorza del siglo, sería divertido, como en los viejos tiempos... bueno ni que fueran tan viejos, como hace uno o dos años sin ir muy atras.

Maggie, me había dicho en más de una ocasion de ser mi agente, pero no me gustaba hacer las cosas a lo facil, quería ganarmelo por mi misma aunque eso me conllevara a trabajar más, pero me lo merecería.

- Si, se que te tengo aquí para ayudarme - Sonreí mirándo a mi amiga, nuestras copas ya estaban casi vacias, teníamos que quitarnos el mal sabor de boca, por aquel vino de brick con coca.cola pasada.

- Otro para mí - Sonreí, al oir lo que Maggie decía de las tías de atras nuestra; si, la verdad esque nosotras eramos mucho mejor que ellas y en breves les arrevataríamos el puesto moviendo nuestras marcadas caderas al ritmo de la música y con nuestra copa en la mano, eso nunca nos podía faltar.

El camarero al que le habíamos pedido las copas se acercó, y nos las dio no sin antes decir "El chico de ahí os las ha pagado" Miré a mi amiga asintiendo, está noche estabamos con demasiada suerte, tanta que llegaba a pensar que estabamos dentro de una camara oculta. Cogí mi copa, le pegué un buen trago, y me levanté de la silla - Venga vamos a echar a las zorrillas de ahí - Reí con la copa en mano bailando entre la multitud

Reí al oir a mi amiga, y caminé mirando algun lugar donde pudieramos subirnos sin que un gordo segurata nos echara de las tarimas; localicé una tarima vacia, debían de estar haciendo el cambio de bailarina por lo que no había nadie vigilando. - Ven vamos ahí - Dije terminando de golpe mi vaso de vodka, vale eso luego no me sentaría bien, beber rápido no es muy bueno {xD}. Me acerqué a la tarima y me subí, luego cogí la mano de Maggie, para ayudarla a subir. - Preparada para tener 400 numeros de telf. - Reí.

La música era movidita, así que sin problemas para poder bailar a gusto, si fuera una lenta pues... no sabria como moverme realmente, nunca se me dio bien bailar musica lenta, era más de "Chunta-chunta" como mamá decía cuando entraba a mi cuarto por el volumen de la música.

Reí tontamente mientras bailabamos sobre las tarimas, era verdad, aquí arriba era jodido lo de pedir, como nos bajaramos nos quitarían el sitio. - mm ¿Se las pedimos a alguien? - Seguro que alguna persona del lugar nos haría el fabuloso favor de traernos un par de copas bien cargads, la noche no estaba más que comenzando, y por el momento me lo estaba pasando mejor que mejor con Maggie, había olvidado estos magnificos momentos con ella.

{Off: post corto x) 0 imaginacion ahora mismo)

Reí al oir la loca idea que mi amiga estaba soltando por su boquita, sería divertido, pero si me rompía una pierna, ninguno de esos tíos de abajo iba a ir por mi a algún casting. Continuamos con nuestros divertidos bailes en la tarima; no nos hacia falta estar borrachas para estar loquitas, más bien locas, con todas las letras, porque ya de por si lo eramos, no nos daba vergüenza mostrarnos tal y como eramos, le haciamos un favor al mundo habiendo personas como Maggie y yo, si no, esto sería un coñazo de vida.

Menos mal que teníamos al gorila para que no se nos manosease demasiado *-* porque si no Samantha Jones, ya estaría repartiendo ostias a taconazo limpio a unos cuantos gilipollas. - Dioos... tengo SEEED! - Grité soltando una sonora risa - Creo que quiero alcohol - Reí de nuevo mirándo la barra