Bonita banda sonora (Katherine)

¿Cuanto hacía que no me metía en una de esas tiendas? Años no, pero porque no soy tan mayor...Al entrar en la tienda llena de CDs no pude reconocer ninguno de los nuevos estrenos.
Supiré y pasé directamente a la zona de Pop Rock que estaba más llenas que las demás...por lo menos más llena que la de música clásica. Busqué entre las caratulas hasta que dí con una que se me hacía vagamente familiar. Bueno, muy familiar. Siempre solía sonar en mi casa...cuando seguía viviendo allí con mis padres.
Dejé el disco y dos más que había cogído de delante. Alguién me empujo, no, ese hombre del traje marrón me empujó y le miré con los ojos entrecerrados bajo las gafas de sol. Sacudí la cabeza y miré el disco que estaba escuchando que seguía girando y girando y girando (lo voy a dejar ya, que me empiezo a marear -.-) con los dos cascos colgando desde un estremo del cable. Me acerqué y me planté los cascos negros por encima de la gorra con todo el estilo del mundo dandole al play. Seguí el ritmo con los pies aunque no hubiera escuchado esa canción...o si?

Quería comprar un CD o varios, no me importaba, necesitaba algo que llenase el silencio aterrador de mi nueva casa en L.A. No me gustaba vivir sola o más bien no me acostumbrababa, necesitaba sonido, aunque teniendo la casa entera para mi podría ensayar diálogos o bailar sin que nadie me molestase o me viese, aún así extrañaba mi hogar.Por eso necesitaba cambiar la banda sonora de mi vida. Entré en la secciión de Pop Rock sin saber realmente que buscaba. Vi a un chico escuchando música de una de aquellas máquinas que te permitían probar los CDs, llevaba una gorra y gafas lo que no permitía ver muy bien su aspecto físico, pero era alto y delgado. Pasé a su lado mirándole de reojo y observé unos cuantos discos ninguno llamaba mucho mi atención y de nuevo mi mirada se centro en el muchacho, lo cual era inutil porque así nunca me decidiría. Volví a mirar los discos.

Me rasqué la nuca. Sentía como si...como cuando te observan. Pero cuando alzaba la mirada para mirar a la gente no pillaba a nadie, asique volvía a mirar los discos que tenía delante y a pasar las canciones que no me gustaban, que eran pocas.
Ya había decidido que me compraría aquél CD de alguién que no sabía quien era. Y volví a tener esa sensación. Sacudí la cabeza y me quité la capucha de la sudadera negra que llevaba. Entonces reparé en una cabellera clara que me sonaba muy familiar.
Entorné los ojos. ¿Me arriesgaba?¿No?
Al final, con una sonrisa opté por acercarme y miré por encima del hombro los discos que ella leía.
- Si quieres algo relajado, ese es genial...y aquél si quieres montar una fiesta.- dije señalandolo mientras lo decía.- Y si buscas algo romantico...ese es el mejor.

Aquel muchacho seguía escuchando música en aquella máquina, mientras yo seguía sin saber bien que comprar, sentí el sonido de como dejaba los auriculares de la máquina tras de mi y como daba pasos,cerca...¿se acercaba?, quizás había notado que le miraba, me puse nerviosa y entonces sentí su voz tras de mi habalndo sobre los discos. Me sobresalté con levedaz.
-A-ah, ¿romántico?, p-pues quizás sea mejor el de las fiestas....o el relajado...o...no lo sé...Nisiquiera se que busco.... Aún así, muchas gracias.-dije con cierta timidez y me giré para observar el rostro del joven, que me era extrañamente familiar.

Me reí divertido junto a ella y hacíendo un mohín divertido, mi labio inferior sobresalió sobre el superior con cara de cordero. Ladeé la cabeza mirandola un instante.
Nada,no se acordaba.
- Ya no te acuerdas de mi?- la pregunté entornando los ojos apartandome la capucha con una sonrisa divertida.

Le miré unos instantes más cuando pareció divertido y habló, se quitó la capucha. Intenté recordar, era cierto que me era muy familiar pero no recordaba bien por que.
-Me eres muy familiar de algún modo...pero, no logor acordarme de que...-le dije ladeando la cabeza a un lado con un gesto inocente y de duda, queriendo recordar, confusa.-Podrías equivocarte de persona, pero...no lo creo, porque sino yo no te encontraría tan familiar...-le dije mientras le miraba.

Sonreí y agaché la cabeza encogiendome de hombros y volviendo a colocarme la capucha un poco más hacía atrás para no ocultar la cara. Me rasqué la sien y la miré sonriendo.
- Bien, entonces creo que tendrás que descubrirlo tu solita...de que me recuerdas.- bromeé girandome y cogiendo el disco de música que había estado escuchando y el que ella había tenído entre las manos hacía unos instantes. Bueno, por lo menos me había asegurado que no me equivocaba...pero, encima que hice de medico para ella...

Me quedé pensativa un momento y observé como tomaba el disco y se giraba, entonces instintivamente le cogí del brazo para detenerle.
-¡Espera!-dije apresuradamente y al ver lo que hacía le solté de inmediato.-No puedes dejarme así...¿y si me dices tu nombre o me das alguna pista?-dije, no podía creer que me hubiese olvidado de él, pero una vez más se demostraba mi torpeza para todo.

Sonreí pasandome la mano por el pelo y me quedé pensando un instante observando su mano que sujetaba mi mano.
- ¿Una pista?- repetí mientras me mordía un lateral del labio y me rascaba la nuca pensando.- Esta bien...Rockaway Beach, San Francisco...hace como dos años.- respondí encogiendome de hombros y llevando los discos a la caja para pagar, sacando la cartera del bolsillo trasero del pantalón. Vamos, no se podía haber olvidado de repente, ¿no? Hice un mohín, tociendo la boca y saludé a una cajera bastante sonriente mientras le entragaba los Cd's pidiendo que uno me lo envolvieran para regalo.

Le seguí hasta la caja una vez solté su mano, levemente avergonzada por mi repentino acto y mi mala memoria, mientras iba escuchándole...no podía haberme olvidado de algo ocurrido hacia tan solo dos años, los dieciseis no me quedaban tan lejos de los dieciocho, no podía ser tan olvidadiza.
-¿Rockaway Beach, San Francisco...hace dos años?-dije pensando, había ido de vacaciones y había estado en esa playa...cierto que me había hecho daño... y una luz se encendió en mi cabecita, le miré sorprendida.-¡Eres el chico que me ayudo en la playa!-le dije.

Pagué los venticinco dólares por los dos discos, sacandolo en billetes y dejando a la cajera con cinco dólares de propina.
- Gracias.- le dije cogiendo la bolsa y riendome entre dientes mientras me giraba hacía la chica.- ¡Bingo!- canturreé quedandome frente a ella y apartandonos de la fila que había para pagar.
Rebusqué en mi bolsa y cogí el CD que estaba envuelto para regalo y se lo tendí, ladeando la cabeza y mirandola con los ojos entornados.
- Por el reencuentro...- bromeé señalando al disco regalado y me metí las manos en el bolsillo. Hice una mueca y y la volví a mirar.
- Aunque, no te perdono que aún no recuerdes mi nombre.- bromeó serio mientras se cruzaba de brazos.

Nos apartamos de la fila y habló nuevamente, sonreí , llevándome el dorso de la mano frente a los labios paa ocultar mi sonrisa con levedaz. Me tendió uno de los discos.
-¿U-un regalo?, pero, no puedo aceptarlo.-dije aún sosteniéndolo en las manos.-Y si recuerdo tu nombre.-le dije convencida de ello.-Marc.-le sonreí nuevamente con timidez.

Puse los ojos en blanco echandome hacía atras y hacia delante sobre los talones.
- Bha, aceptalo o acabara ganando polvo en mis estanterias.- bromeé y sonreí mostrando los dientes divertido cuando dijo mi nombre convencida de ello.- Vale, vale...entonces nada. ¿Qué tal ese tobillo?- pregunté, aunque seguramente estubiera mejor que hacía dos años.

Le miré y bajé la mirada un momento, luego asentí.
-Esta bien, ¿cuál escogiste?, ¿el romántico, el de fiestas o el más relajado?.-dije sonriendo y guardé el disco en mi bolso.-Muchas gracias entonces.-le dije y me acerqué para alzarme sobre mis puntillas y besar su mejilla, sonreí.- Esta bien, aún tropiezo muy amenudo, pero creo que me voy acostumbrando.-bromeé.-¿Recuerdas tu mi nombre?-le pregunté divertida, alzando con levedaz el rostro para mirarle, dado que era más alto que yo.

Me rasqué la cabeza. ¿No me acordaba del disco que había escogido? A eso se le llamaba perdida de memoria a corto plazo. Intenté cambiar mi expresión como si ya supiera de que iba el disco y sonreí pagado de mi mismo.
- Bueno...es uno...te gustara.- la respondí sonriendo y me llevé una mano a la mejilla cuando la beso. Me encogí de hombros y continué observandola con los ojos entornados.- Um..si era algo con K...Karen, Kaya..Ka...- bromeé haciendome el confuso.

Le miré divertida y me reí.
-Ni tú mismo lo sabes, aunque si,de seguro me gusta..-le dije riendo y después le miré, expectante, quizás no lo recordaba.-Lo sabía, no lo recuerdas.-le dije y golpeé con suavidad su hombro.-Si, empieza por K.-le dije y aún lle miré.-Soy fácil de recordar sin verme durante dos años y sin embargo mi nombre no...

Me llevé una mano al hombre y me reí entre dientes poniendo los ojos en blanco.
- ¿Te crees que después de todo no me sé tu nombre?- la pregunté serio bajando la mano y después sonreí.- Te llamas Katherine, señorita maltratadora.- bromeé señalando el hombro en el que me había golpeado hacía un rato.

Le miré confusa, pensé que realmente no se acordaba.
-Si que lo recuerdas.-dije contenta sonriendo.--Lo siento...-le dije poniendo carita inocente.-Me merezco el apodo.-dije bajando la mirada.-Prefiero que me llames Katy, el nombre completo me hace sentir regañada...-expliqué.

Me reí y encogí los hombros mientras llevaba la bolsa con el CD de un lado a otro sin saber donde meterla para que no me molestara.
- ¿Regañada?- repetí en un murmullo. Yo tambien odiaba lo de Marcus...pero por eso siempre me presentaba con el nombre de Marc...quedaba más genial.- Esta bien, entonces te llamaré Katy.

Le miré.
-Sí, regañada, Katherine suena muy formal, es molesto a veces.-le expliqué.-Gracias Marc.-sonreí.

Hice un saludo de cabeza en plan militar y miré a mi alrdedor.
- ¿Pensabas hacer acampada en la tienda de música o aceptas que te invite a un café?- la pregunté con una sonrisa y dispuesto a sentarme en el primer sitio que encontrara. Bueno, corrigiendo. En el primer sitio aceptable que encontrara.

Me reí.
-Acepto, pero yo invito por haberme olvidado momentaneamente de ti y por golpearte en el hombro.-sonreí empezando a caminar.

Negué con la cabeza mientras daba dos zancadas para alcanzarla cuando comenzó a caminar hacia fuera de la tienda. Caminé a su lado cruzado de brazos.
- Nada, nada...pagamos a medias.- zanjé buscando uno de los bares para sentarno.

Giré mi rostro para mirarle mientras me alcanzaba.
-Eres incorregible, no te llevaré la contraria porque sé que no consiguiría hacerte cambiar de idea.-le dije riendo.

Alcé las manos con una sonrisa divertida.
- Que quieres...me dejaría muy mal que me invitaras a un café.- me quejé guardando las manos en los bolsillos.- Muy bien, sino siempre puedo recordarte que yo te salvé en vacaciones y que me tienes que hacer caso.- bromeé.